Veníamos negociando con la corporación así como con los compañeros del resto de sindicatos con representación en esta mesa, la mejor manera de realizar el proceso de remunicipalización del servicio de Linea Madrid 010 que actualmente gestiona la empresa privada Ferroser.
Todos los participantes en la negociación manifestamos nuestro gran interés en que se realice por fin la remunicipalización de los servicios externalizados, pero aquí acaba todo lo que tenemos en común.
Durante muchos años se ha privado al empleado público de la posibilidad de promoción y movilidad al congelar la corporación la creación de empleo público, primero por la externalización de servicios y despues por los recortes resultado de la crisis de los banqueros.
A su vez se ha negado a la ciudadanía la posibilidad de entrada en la corporación como empleado público por los mismos motivos, no pudiendo acceder a esta mas que por medio de contratos precarios en la empresa privada que gestiona los servicios.
Es, por lo tanto, la corporación en connivencia con la empresa privada la culpable de la situación actual, con la plantilla municipal paralizada y con una plantilla de la empresa privada gestora bajo mínimos tanto en personal como en derechos laborales, y más aún con la entrada de los contratos integrales y el lavado de manos que una vez más la corporación realiza.
Y ahora que se apuesta por recuperar los servicios para que vuelvan a tener la finalidad que en realidad les corresponde, el servicio a la ciudadanía y no el lucro económico, es la corporación quien debe poner todos los recursos a su alcance para realizar este proceso sin dejar víctimas en el camino.
Por compromiso ético como administración pública y por responsabilidad directa y/o subsidiaria.
Con esta situación acudimos el día 2 de noviembre a una reunión entre los sindicatos y la corporación, convocados por la Gerente de la Ciudad, para seguir tratando el tema del proceso de remunicipalización del servicio de Linea Madrid 010 que actualmente gestiona la empresa Ferroser.
Se nos comunica un retraso/paralización del proceso, así como un paso atrás en las propuestas ofrecidas en la anterior reunión.
Nos encontramos con que las propuestas sobre la mesa siguen basándose en el intercambio de derechos entre las plantillas afectadas, esto es, que todo beneficio para unos debe salir de la otra plantilla con su consiguiente pérdida.
Conseguir plazas para promoción interna, movilidad, etc..., para los empleados públicos, a costa del sacrificio de la plantilla de Ferroser (sacrificio no aceptado como concepto pero que la ejecución de sus propuestas así lo producirían).
O proteger ante el despido a la plantilla de Ferroser buscando, entre otras propuestas, la vía que posibilite el reconocimiento del tiempo que han estado prestando un servicio público de forma directa, aunque a través de empresa privada.
La mesa se define por la primera opción, salvo CGT que consideramos que la corporación debe atender a ambas demandas sin que una sea el precio a pagar por la otra.
CGT desde el principio manifestamos no estar dispuestos a sacrificio alguno de los trabajadores, por considerar que ambas plantillas son víctimas de la situación y que el único culpable es aquel que externalizó el servicio y aquel que se benefició económicamente de ello, y por eso defendemos un camino hacia la remunicipalización que respete los derechos de ambas plantillas.
No estamos de acuerdo por lo tanto con ninguna prórroga de la empresa privada en el servicio, que daría más beneficios a esta y produciría más retrasos injustificados. Ni el cambio de prioridades propuesto (dejar este proceso para más adelante y mientras comenzar el de otro servicio).
Tampoco estamos de acuerdo con la hoja de ruta que plantean el resto de sindicatos, y cercano al de la corporación, por no situar el origen del problema en el lugar que le corresponde, y dejar a una de las plantillas en indefensión (aunque así se pudiera deducir de un comunicado que uno de estos sindicatos emitió el día 4 de noviembre).
Por eso le decimos a la corporación:
Tengan la valentía de afrontar los procesos de remunicipalización con la ética y el compromiso que como entidad pública la sociedad les exige.
No sacrifique puestos de trabajo (destrucción de empleo) ni a plantillas completas (aumento del paro) en vías de la remunicipalización.
Disponen de los medios adecuados para buscar el camino que así lo permita. No olvidemos que aún están en la plantilla municipal aquellos que posibilitaron y justificaron ante la ley las privatizaciones que ahora tratamos de resolver.
No utilicen la precariedad actual existente entre los empleados públicos por los recortes aplicados, para enfrentarles contra la plantilla de la empresa privada, en indefensión por el proceso abierto, para de esta manera justificar una hoja de ruta injustificable. No son moneda de cambio.
Devuelvan a los empleados públicos sus derechos recortados y a la plantilla de Ferroser su derecho a seguir trabajando para la ciudadanía.
Lo único que sobra son las empresas privadas.