La gestión del Plan de Pensiones de la Administración General de Estado (AGE) ha ocasionado una brecha entre los sindicatos de los funcionarios públicos. La rentabilidad negativa del 8,6% que generaron estos planes el pasado año ha sido el detonante de las críticas que el sindicato minoritario CGT-FETAP ha dedicado a la, según ellos, “desastrosa” gestión. Este plan afecta a 555.000 empleados públicos, y maneja un fondo de 440 millones de euros, que suponen el 0,5% del total de la masa salarial de esos trabajadores.
La CGT denunció en junio de este año la “pésima” gestión de esos fondos en 2008, con una rentabilidad negativa del -8,6%. Según CGT “teniendo en cuenta el IPC acumulado de los años 2005 a 2008 asciende al 14,7 % y la rentabilidad es del 5,03%. Sin embargo su rentabilidad real una vez descontado el IPC, es del –9,67 % en ese periodo”, por lo que según el sindicato, desde 2005 los planes han perdido dinero. Sin embargo, esto no significa que la gestora lo pierda, por lo que los beneficios o pérdidas de la empresa no dependen de la rentabilidad de los planes.
No obstante, el principal punto de conflicto es el hecho de que CCOO y UGT estén como accionistas de la gestora que lleva a cabo las inversiones de los fondos, y, por tanto, cobren los dividendos en caso de beneficios. La gestora que lleva realiza la gestión, EGFP, esta conformada en un 70% por el BBVA, banco con el que se acordó esta gestión, y un 30% entre CCOO y UGT (15% cada uno), con lo que los sindicatos cobran la parte correspondiente de los beneficios por las acciones que poseen. Así, según explicó CGT, a El Boletín, con datos de la Comisión de Control del Plan de Pensiones de la AGE, entre CCOO y UGT percibieron 3.303.810 euros el pasado año, en materia de reparto de dividendos, ya que la gestora, como empresa privada, recibe el pago del propio Fondo de pensiones un 0,25% anual, por la administración del Plan de Pensiones, y un 0,5% por la gestión de este fondo.
Justificación. Por su parte, los dos sindicatos que participan en la gestora defendieron este modelo de gestión y restaron importancia a su acceso a los dividendos de la empresa. Según explicó a este diario uno de los miembros del Gabinete Técnico de CCOO Miguel Ángel Crespo, para su sindicato se trata de una “buena medida”, que respeta la exigencia de la Unión Europea (de 1987) de “exteriorizar” las pensiones fuera de las empresas. Según Crespo, esta medida de la UE buscaba evitar “que la quiebra de una empresa dejase sin pensiones a los trabajadores”. En cuanto a su participación en la gestora, Crespo aseguró que “fue una petición que se hizo durante la negociación colectiva”, aunque es “una decisión libre y voluntaria de los sindicatos, por lo que tanto CSIF como CGT podrían haber participado en las acciones”. “Es una simple sociedad, una empresa privada, que reparte los beneficios, y nosotros formamos parte del accionariado, así que no existe ningún problema”, explicó Crespo.
Por otro lado, el tercer sindicato en discordia, CSIF, mantiene una línea más moderada en los reproches. A través de su secretario general de Acción Sindical de CSIF, José Ramón García, la agrupación confirmó a este diario estar de acuerdo con este modelo Plan de Pensiones gestionado por una empresa externa, aunque también criticaron la perdida de rentabilidad que sufrieron el año pasado por los fondos. En cuanto a lo beneficios que obtienen los dos grandes sindicatos por su participación en la gestora desde CSIF opinaron que “si lo que se busca es un fin público, algunos de los miembros de la gestora sí que deberían renunciar a esos beneficios que se obtiene a través de ésta”.
Rentabilidad. Una de las principales quejas, que es la rentabilidad negativa de los fondos, no debería ser ya un problema, según Miguel Ángel Crespo, de CCOO, ya que este año la rentabilidad de los fondos para este año es, hasta la fecha, del 9’78%, casi 20 puntos más que en 2008.
Fuente: America economica.com